El presidente Javier Milei prepara una nueva versión de la reforma laboral, centrada en la flexibilización, los incentivos fiscales a las pymes y la revisión de convenios colectivos. La CGT ya anticipó su rechazo.
Impulsado por su reciente victoria electoral, el presidente Javier Milei lanzó la apuesta por modernizar la legislación laboral como parte de una batería de reformas estructurales que, según su gobierno, buscarán impulsar la inversión y reducir la informalidad laboral en el país.
En una entrevista televisiva posterior a los comicios, Milei sostuvo que la reforma laboral es condición previa para aplicar una reforma tributaria que, afirmó, permitirá reducir al menos 20 impuestos y expandir la base imponible. El objetivo declarado es bajar alícuotas sin incentivar la evasión.
El Presidente insistió en que la modernización no supone “pérdida de derechos” y advirtió a los sindicatos: “Si los gremios lo piensan como negocio, están liquidados”. Para su administración, la reforma forma parte de un paquete que privilegia equilibrio fiscal y recorte del gasto público.
La Casa Rosada reactivó una iniciativa presentada a fines de 2024 por la diputada Romina Diez, bajo el título “Ley de promoción de inversiones y empleo”, que reemplaza la versión del oficialismo originalmente incluida en la Ley de Bases y que había sido recortada durante negociaciones parlamentarias.
El texto oficial evita tocar la recaudación sindical y la democracia interna de los gremios —puntos promovidos por sectores del PRO y la UCR— tras la tregua alcanzada con la CGT el año anterior, una decisión destinada a no reavivar un conflicto social de alta intensidad.
En lo central, la propuesta propone incentivos fiscales para pequeñas y medianas empresas con el fin de fomentar la contratación formal; habilita fragmentar las vacaciones, implementar bancos de horas y facilitar la negociación de esquemas de flexibilidad a través de convenios colectivos. También redefine criterios para licencias por enfermedad y accidente.
El Gobierno plantea que estas medidas, combinadas con la reforma tributaria, permitirían incorporar a la formalidad a millones de trabajadores informales al reducir costos laborales y estimular empleo registrado a través de estímulos fiscales y marcos de negociación más ágiles.
Recordando al DNU 70/2023
En su letra chica, la iniciativa reproduce pasajes del capítulo IV del DNU 70/23 —suspendido por la Justicia laboral y en revisión en la Corte Suprema—: prevé, entre otras medidas controversiales, la posibilidad de extender la jornada de 8 a 12 horas, abonar parte del salario con vales o tickets y permitir el pago de indemnizaciones o multas judiciales en hasta 12 cuotas.
El secretario de Trabajo, Julio Cordero, ex directivo con 35 años en el Grupo Techint y uno de los redactores del DNU 70/23 antes de integrarse al Ejecutivo, lidera el rediseño. Cordero adelantó la intención de revisar convenios colectivos en temas como aportes obligatorios y ultraactividad, y defendió la idea de negociaciones salariales por empresa y productividad.
En foros empresariales como el coloquio de IDEA y ante la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Cordero defendió las “negociaciones dinámicas”, citando experiencias de las décadas pasadas para ligar aumentos salariales a productividad y competitividad, una referencia explícita a modelos aplicados en los años noventa.
El Gobierno dice que utilizará la iniciativa de Diez como base y la complementará con aportes del Consejo de Mayo, donde participan representantes empresariales y sindicales —entre ellos Gerardo Martínez (UOCRA) y Martín Rappallini (UIA)—, pero la CGT anticipó que no habrá consenso sin cambios sustantivos en el enfoque.
La central obrera ya lanzó un rechazo contundente: calificó la propuesta como una ratificación del DNU 70/23 en su capítulo laboral y advirtió que recurrirá a instancias judiciales y políticas si el proyecto avanza sin acuerdos. Mientras tanto, el Gobierno confía en que el impulso político y el respaldo de su bloque permitan avanzar hacia una transformación profunda del mercado de trabajo.
