La exboxeadora Alejandra “Locomotora” Oliveras permanece internada en terapia intensiva tras sufrir un ACV isquémico hace 9 días. Los médicos confirmaron que el cuadro estaría relacionado con una hipertensión no controlada y que llegó al hospital fuera de tiempo para una intervención de urgencia. Aseguran que, en caso de sobrevivir, tendrá secuelas neurológicas.
La salud de Alejandra “Locomotora” Oliveras (47) atraviesa un momento crítico. La ex campeona mundial de boxeo permanece internada en terapia intensiva en el Hospital José María Cullen, en Santa Fe, luego de haber sufrido un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico el pasado lunes 14 de julio. Según el último parte médico difundido este miércoles 23 a las 9:15, el daño cerebral es severo y ya se anticipan secuelas neurológicas, aunque aún no pueden precisarse.
El ACV afectó el hemisferio izquierdo de su cerebro, lo que provocó una grave lesión irreversible. Oliveras se encuentra con asistencia respiratoria mecánica, bajo sedación, y en estado reservado. “Estamos intentando preservar las zonas del cerebro que no se vieron comprometidas”, detalló el jefe de terapia intensiva, Néstor Carrizo, quien explicó que su estado sigue siendo grave, aunque estable.
Los médicos revelaron que Oliveras sufría una patología vascular previa no tratada adecuadamente: una obstrucción severa en la arteria carótida derecha, con una importante placa de ateroma calcificada. Esto, sumado a una hipertensión crónica sin control, sería la causa principal del ACV.
El jefe de Neurorradiología del hospital, Alejandro Musacchio, explicó que la deportista habría sufrido el ACV mientras dormía, entre la noche del domingo 13 y la madrugada del lunes 14. “Cuando despertó ya tenía pérdida de movilidad en el lado izquierdo. Llegó al hospital fuera de la ‘ventana terapéutica’ de 4 horas para intervenir a tiempo”, señaló.
Esa demora impidió una cirugía inmediata para disolver el coágulo. Recién al detectarse una fuerte presión intracraneal se decidió realizar una craniectomía descompresiva de urgencia el miércoles 15, extrayendo parte del hueso del cráneo para evitar que el edema cerebral pusiera en riesgo su vida.
“El riesgo de muerte encefálica disminuyó en los últimos días, pero su cuadro sigue siendo muy delicado. De superar esta etapa, quedarán secuelas neurológicas importantes”, advirtieron los profesionales.
Carrizo detalló que la lesión compromete zonas del cerebro fundamentales: el hemisferio izquierdo controla el lado derecho del cuerpo y, en personas diestras, es sede del lenguaje. “Es probable que tenga dificultades motrices y en la comunicación, aunque por ahora es imposible anticipar el alcance real de las secuelas”, explicó.
El parte también destacó que Oliveras continúa con “movimientos espontáneos” cuando se reduce su nivel de sedación, lo que brinda una mínima señal de respuesta neurológica. Sin embargo, su vida sigue dependiendo de la asistencia mecánica y cuidados intensivos constantes.
El día que cambió todo
Según relató su familia, el lunes 14 Oliveras debía asumir como convencional constituyente en Santa Fe. Sin embargo, fue encontrada por su hijo en estado de confusión y con signos de parálisis. Fue trasladada de urgencia desde un centro de menor complejidad al Hospital Cullen, donde se confirmó el diagnóstico tras realizar estudios de imágenes.
Además de la batalla médica, Oliveras también enfrenta una disputa legal: en la Convención Constituyente de Santa Fe se rechazó recientemente una impugnación presentada por Amalia Granata, quien cuestionó su residencia en la provincia. El futuro de su banca será definido en los próximos días en base a la evolución de su salud.
Por ahora, la prioridad es una sola: salvarle la vida.