Tensión nuclear: Rafael Grossi exige volver a Irán para evaluar daños tras los ataques de EE.UU. e Israel

El argentino que lidera la Agencia Internacional de Energía Atómica dijo que es “prioridad número uno” verificar el estado de las plantas nucleares bombardeadas. Irán lo amenazó y cortó la cooperación con inspectores.

En medio de una creciente tensión internacional, el argentino Rafael Grossi, director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), aseguró que la prioridad más urgente del organismo es regresar a Irán para evaluar el estado de sus instalaciones nucleares tras los ataques lanzados por Estados Unidos e Israel.

Es la prioridad número uno”, afirmó Grossi este miércoles desde Viena, en un momento crítico donde crecen las sospechas sobre el destino del uranio altamente enriquecido que Irán tenía almacenado.

Amenazas y denuncias contra Grossi

El contexto no podría ser más tenso. Grossi fue amenazado públicamente por Ali Larijani, influyente asesor del líder supremo iraní Ali Jamenei, quien advirtió que el argentino “pagará” una vez finalizada la guerra con Israel. Además, el régimen iraní presentó una denuncia formal contra él ante el Consejo de Seguridad de la ONU, acusándolo de tener una “postura parcial” respecto a su programa nuclear.

¿Qué se sabe del uranio enriquecido?

Uno de los puntos más delicados tiene que ver con el paradero de 408 kilos de uranio enriquecido al 60%, una pureza muy cercana al nivel necesario para fabricar armas nucleares. Grossi explicó que recibió una carta del canciller iraní, Abás Araqchí, el pasado 13 de junio, en plena ofensiva, en la que aseguraba que “se habían tomado medidas de protección”, aunque sin precisar a qué se refería exactamente.

“No dieron detalles, pero el mensaje implícito era claro”, dijo Grossi.

Irán corta cooperación y se opone a las inspecciones

Este jueves, el Parlamento iraní —aunque su decisión no es vinculante— aprobó la suspensión de la cooperación con los inspectores del OIEA, lo que agrava la situación y limita el monitoreo internacional sobre el programa nuclear persa.

Aun así, Grossi redobló su pedido de diálogo: “Envié una carta a Araqchí para reunirnos y definir cómo retomar las inspecciones”, explicó.

Inspecciones en un escenario de guerra

El titular del OIEA destacó que inspeccionar las plantas atacadas no es un trabajo común, debido a los posibles riesgos físicos y radiológicos.

“Hay escombros, restos de municiones sin explotar, incluso riesgo de contaminación. No es una inspección de rutina”, advirtió.

Desde hace más de una década, la agencia nuclear de la ONU mantiene una presencia permanente de inspectores en Irán, pero el acceso ahora está restringido tras los bombardeos y la decisión del Parlamento.

¿Se puede reconstruir lo dañado?

Grossi reconoció que, si bien la infraestructura nuclear fue afectada, Irán mantiene la capacidad técnica para reconstruirla. “La capacidad industrial está ahí, nadie puede negarlo”, afirmó. No obstante, recalcó que lo fundamental es avanzar hacia una solución diplomática de largo plazo, aprovechando la actual tregua en el conflicto.

Este mismo jueves, Grossi tenía previsto viajar a París para reunirse con el presidente francés, Emmanuel Macron, y continuar con las gestiones diplomáticas.

“Vemos una situación muy difícil en Irán tras doce días de guerra. Pero esta pausa puede ser una oportunidad. Lo que necesitamos es una solución sostenible que garantice que Irán no tenga acceso a armas nucleares”, concluyó el jefe del OIEA.


Fuente: Agencia EFE