Durante una audiencia en Roma, el Papa advirtió sobre el peligro de una nueva barbarie mundial impulsada por armas sofisticadas y tensiones sin control. “La guerra es siempre una derrota”, afirmó con preocupación.
En un mensaje cargado de preocupación y urgencia, el Papa León XIV lanzó una fuerte advertencia al mundo: si no se detienen los conflictos armados en Ucrania, Irán, Israel y Gaza, la humanidad podría encaminarse hacia un colapso irreversible.
Desde el Vaticano y ante miles de fieles reunidos en la audiencia general, el Pontífice expresó su angustia por el rumbo que están tomando los acontecimientos internacionales.
“El corazón de la Iglesia se desgarra al escuchar los gritos que llegan desde las zonas de guerra”, declaró, visiblemente conmovido.
León XIV alertó que el uso de “armas científicas y sofisticadas” no solo amplifica el daño, sino que podría llevar al mundo a una barbarie más cruel y profunda que cualquier época pasada. Su mensaje fue claro: estamos frente a una amenaza real, donde el avance de la tecnología bélica supera cualquier control ético o moral.
Lejos de limitarse a un mensaje espiritual, el Papa fue contundente:
“No podemos resignarnos a la guerra. Debemos rechazar el atractivo —tan sutil como peligroso— de las armas poderosas”, afirmó, en un llamado directo a líderes políticos, religiosos y ciudadanos del mundo.
En su discurso, evocó palabras históricas para reforzar su mensaje. Citó al Papa Pío XII —“Nada se pierde con la paz, todo puede perderse con la guerra”— y también al Papa Francisco: “La guerra es siempre una derrota”.
⚠️ Una advertencia ante el riesgo de una nueva catástrofe mundial
El Papa no solo ve los conflictos actuales como tragedias humanitarias, sino como síntomas de un colapso civilizatorio inminente. Señaló como especialmente alarmantes las tensiones entre Irán e Israel, y la amenaza nuclear latente en Medio Oriente. Según el Pontífice, la historia podría repetirse si no se actúa con rapidez y sensatez.🙏 Una esperanza frágil, pero viva.
A pesar del tono grave de su mensaje, León XIV también dejó espacio para la esperanza. Durante un encuentro con la asociación Hope80, dedicada a la reconciliación entre pueblos, elevó una oración por la paz:
“Que la llama del amor divino y de la fraternidad arda siempre en el corazón de los hombres y mujeres que formamos una única familia humana”.
Finalmente, dejó en claro que la Iglesia no será neutral ante la guerra. Su mensaje fue tajante: solo la paz podrá salvar a la humanidad del abismo.