Nacieron tres nutrias gigantes en Iberá: un hito histórico para la conservación en Argentina

Las crías fueron halladas en excelente estado de salud en una de las madrigueras del proyecto de reintroducción liderado por Rewilding Argentina. La especie estaba extinta en el país desde hace décadas.

La Fundación Rewilding Argentina confirmó un acontecimiento histórico para la conservación de la fauna nativa: nacieron tres crías de nutria gigante (Pteronura brasiliensis) en los Esteros del Iberá, provincia de Corrientes. El hecho representa un gran paso en el proceso de reintroducción de esta especie, desaparecida en Argentina desde mediados del siglo XX.

El hallazgo tuvo lugar a principios de mayo, cuando el equipo de conservación realizaba su rutina diaria de alimentación a los ejemplares del proyecto. Fue entonces cuando, al revisar una de las madrigueras dentro de los amplios recintos naturales, encontraron a las tres crías recién nacidas, acurrucadas y en perfecto estado de salud.

Los padres, Tama y Anori, forman parte del programa de reintroducción de nutrias gigantes que impulsa Rewilding Argentina. Esta es la segunda camada de la pareja desde su traslado al Iberá, lo que refuerza el éxito del proyecto y la posibilidad de restaurar el equilibrio ecológico del ecosistema.

“Con cada nacimiento, las familias se fortalecen y los instintos naturales se desarrollan más plenamente”, expresaron desde la Fundación, que desde hace años trabaja para recuperar especies clave para la biodiversidad del país.

Una especie clave para los humedales

La nutria gigante —también conocida como lobo gargantilla— es el principal depredador de los ecosistemas de agua dulce en Sudamérica. En Argentina fue declarada extinta debido a la caza indiscriminada y la destrucción de su hábitat natural.

Su reintroducción en los humedales del Iberá no solo significa la recuperación de una especie emblemática, sino que también contribuye a restaurar el equilibrio ecológico en un ambiente fundamental para la biodiversidad.

El nacimiento de estas tres crías representa una esperanza renovada para la fauna autóctona y un impulso clave para continuar con los esfuerzos de conservación en el país.