
El ídolo más grande en la historia del club platense falleció a los 81 años. Fue protagonista clave del mítico equipo de Zubeldía que conquistó América y el mundo.
Este martes se apagó una de las figuras más emblemáticas del fútbol argentino: Juan Ramón “la Bruja” Verón, símbolo eterno de Estudiantes de La Plata, falleció a los 81 años tras un repentino deterioro en su estado de salud.
Padre de Juan Sebastián Verón, actual presidente del club, “la Bruja” dejó una huella imborrable en la historia del Pincha, al punto de ser considerado por muchos como el mayor ídolo en los casi 120 años de vida de la institución.
🏆 Un talento único en un equipo histórico
Nacido el 17 de marzo de 1944 en Corrientes, Verón fue el alma creativa del glorioso Estudiantes de Osvaldo Zubeldía, que marcó una era en el fútbol mundial. Como extremo izquierdo, aportó talento, habilidad, imprevisibilidad y valentía en un equipo tácticamente inflexible, pero que en él encontraba el toque de magia.
Fue campeón del Metropolitano 1967, tricampeón de la Copa Libertadores (1968, 1969 y 1970) y ganó la Copa Intercontinental de 1968, nada menos que ante el Manchester United en Old Trafford.
En aquella lluviosa noche del 16 de octubre de 1968, la “Bruja” abrió el camino al título mundial marcando el primer gol del partido de cabeza, apenas a los 5 minutos. Pero sus hazañas ya venían de antes.
⚽ Goles para la eternidad
En la final de ida de la Libertadores de 1968, igualó el partido ante Palmeiras con una jugada inolvidable: dejó en el camino a cuatro rivales y definió con clase ante el arquero. Luego, en la final definitiva en Montevideo, volvió a ser determinante al marcar el tanto que aseguró la copa.
La hinchada no tardó en rendirse a sus pies:
“Si ve una bruja montada en una escoba, ese es Verón, Verón, Verón que está de moda”, cantaban los hinchas en aquellos años irrepetibles.
📊 Una carrera que superó los números
Verón vistió la camiseta albirroja en tres etapas (1962–1972, 1975 y 1980–1981), con un total de 295 partidos oficiales y 77 goles en torneos locales, y 38 partidos y 16 goles en copas internacionales (nueve de ellos en la Libertadores 1968).
También jugó en el Panathinaikos de Grecia, en Deportivo Cúcuta y Junior de Barranquilla en Colombia, y tuvo un paso final por Argentino de Quilmes, en la Primera B. Pero ningún club lo marcó ni lo definió tanto como Estudiantes.
❤️ Un legado inmortal
Más allá de los títulos y estadísticas, Verón fue el alma de una época dorada. Fue el jugador que rompía el molde, el que encendía la esperanza con una gambeta impredecible. Su figura quedó grabada a fuego en la memoria colectiva del hincha.
“La Bruja” Verón fue Estudiantes. Y seguirá siéndolo.
Su legado vivirá en cada bandera, en cada tribuna, en cada historia de gloria contada por generaciones de hinchas pincharratas. Su nombre es, y será siempre, sinónimo de los días más felices del club.