Con pedido de captura internacional, la docente está acusada de estafar a excompañeras de trabajo y a personas de su círculo íntimo.
La historia de la maestra jardinera acusada de millonarias estafas parece no tener fin. Con una orden de captura internacional en su contra, la Justicia descubrió que la joven llevaba al menos siete años robando con el mismo método: usaba las tarjetas de amigos, compañeros de trabajo y hasta familiares de su novio para hacer todo tipo de compras, desde deliverys hasta viajes.
“Además de ladrona era perversa. Una vez me mostró unas zapatillas nuevas y tiempo después supe que las había pagado con mi tarjeta”, contó una de las víctimas.
El caso salió a la luz en un jardín de infantes de Almagro, donde estafó a cuatro docentes en apenas cuatro días de suplencia. Pero la investigación reveló que ya había varias denuncias previas, con episodios que datan de 2018.
Las amigas más cercanas de la acusada fueron las primeras en descubrirla. Bianca y Antonella notaron consumos extraños en sus cuentas, como entradas a recitales, pasajes de avión y hasta pagos de servicios. La estafadora no solo utilizaba sus tarjetas, también pedía envíos a su propio domicilio.
El modus operandi se repitió en el entorno de su pareja. En un cumpleaños familiar, varios invitados detectaron gastos indebidos tras el festejo. La sospecha recayó inmediatamente en la joven, que desapareció de la fiesta durante un largo rato.
Finalmente, la docente viajó a Europa en agosto de 2024. Desde entonces, es buscada por las fuerzas internacionales. Su padre, imputado por defraudación con tarjeta magnética, admitió su participación en 22 hechos y devolvió más de $1.200.000.
La fiscalía especializada en ciberfraudes estima que el monto total de la estafa supera los 3 millones de pesos.
