La fiebre por los muñecos de felpa Labubus disparó una ola de copias ilegales llamadas “Lafufus”. Autoridades de distintos países advierten que pueden contener químicos peligrosos.
El éxito global de los Labubus, los simpáticos muñecos de felpa con forma de elfo que coleccionan celebridades como Rihanna y Kim Kardashian, trajo consigo un problema inesperado: la aparición masiva de falsificaciones conocidas como Lafufus.
Estos productos, fabricados sin controles de seguridad, ya encendieron alarmas en varios países por el riesgo que representan para los niños. Organismos de protección al consumidor y aduanas alertaron sobre piezas defectuosas, riesgo de asfixia y hasta presencia de sustancias químicas dañinas.
En Reino Unido, el Chartered Trading Standards Institute lanzó una advertencia urgente tras incautar miles de falsificaciones. En Chipre, las autoridades aduaneras decomisaron más de 1.300 unidades ilegales, mientras que en Estados Unidos la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo prohibió el ingreso de cargamentos enteros de Lafufus.
La empresa china Pop Mart, creadora de los Labubus en 2019, también inició acciones legales para proteger su marca. El auge de las copias pirata incluso llevó a la compañía a registrar la marca “Lafufu” en China, en un intento por anticiparse a la tendencia.
Los expertos advierten que, aunque las imitaciones puedan parecer inofensivas, representan un riesgo real. “Estos juguetes pueden causar daños permanentes en los órganos de los niños”, alertaron las autoridades británicas.
La fiebre por los Labubus podría estar llegando a su punto máximo, pero mientras tanto, la batalla contra las falsificaciones recién empieza.