El actor habría sido visto quebrado antes de una función de Rocky. El divorcio exprés y el dolor por la confesión pública de infidelidad de su pareja.
Las últimas semanas fueron un torbellino para Nicolás Vázquez. A un día de firmar el divorcio exprés con Gimena Accardi, con quien compartió 18 años de relación, el actor habría sufrido un ataque de llanto en el camarín del teatro Lola Membrives, donde protagoniza la obra Rocky.
La panelista Nancy Duré relató en Secretos Verdaderos (América TV) que la ruptura dejó muy golpeado a Vázquez. “Me dicen que Nico tuvo un ataque de llanto en el camarín. Está muy mal. Y que Gimena también atraviesa un momento difícil. Tras firmar el divorcio no volvieron a hablar”, aseguró.
El trámite relámpago sorprendió incluso a colegas de la pareja. Según la periodista Cora Debarbieri, la rapidez respondió a la necesidad de marcar un límite: “El divorcio rápido lo hicieron para no tentarse de seguir juntos. Él estaba a dos minutos de perdonarla”.
La crisis estalló luego de que Accardi admitiera públicamente, en un streaming de Olga, haber sido infiel. “Estoy angustiada, me mandé una cagada. Lastimé a la persona que amo y que no se lo merecía. Desde hace dos meses él se come un hate terrible, lo acusaron de infiel y, como es un señor, me cuidó”, confesó la actriz.
Pese a la separación, el vínculo no se cortó de forma abrupta: tras la firma, compartieron un almuerzo, aunque ya no como pareja. “Firmaron juntos. Lo que facture Nico va para él y lo que gane Gimena va para ella. La división de bienes es un trámite aparte”, explicó Paula Varela en Intrusos.
En el entorno coinciden: el divorcio exprés fue una forma de protegerse del dolor y evitar una reconciliación impulsiva.