Jasveen Sangha, acusada de haber vendido la droga que provocó la sobredosis del actor de Friends, aceptó un acuerdo con la fiscalía y podría enfrentar hasta 45 años de prisión.
La investigación por la muerte de Matthew Perry dio un giro clave este lunes: Jasveen Sangha, apodada por los fiscales como la “Reina de la ketamina”, acordó declararse culpable en un tribunal federal de Los Ángeles.
Sangha, ciudadana estadounidense y británica de 42 años, admitió haber suministrado la ketamina que llevó a la muerte del actor de Friends, hallado sin vida en su casa el 28 de octubre de 2023. También reconoció haber vendido la droga en otros casos, incluido uno que provocó la muerte de otro hombre en 2019.
El acuerdo, que la convierte en la quinta y última acusada en aceptar cargos, contempla cinco delitos federales: mantener un local de drogas, tres cargos de distribución y uno por distribución que resultó en muerte o lesiones graves.
La fiscalía solicitó una pena menor al máximo de 45 años, aunque la sentencia final quedará en manos del juez. Sangha también renunció a disputar la incautación de propiedades y dinero obtenidos por sus actividades ilícitas.
En paralelo, otros implicados en la causa, entre ellos dos médicos, ya se habían declarado culpables a cambio de colaborar con la justicia. Perry, que luchó durante décadas contra la adicción, había recurrido a tratamientos de ketamina como terapia experimental para la depresión, pero buscó dosis adicionales a través de proveedores ilegales.
El caso sacudió a Hollywood y expuso el crecimiento del mercado negro de ketamina en Estados Unidos, droga que combina un uso médico legítimo con un creciente consumo recreativo. La sentencia de Sangha se conocerá en los próximos meses.