Adiós a Vialidad Nacional: así será la reestructuración del transporte terrestre en Argentina

El Gobierno eliminó tres organismos clave y reorganizó otros dos. Buscan reducir gastos, aumentar el control y dar más participación al sector privado.

El Gobierno nacional avanza en su plan de ajuste del Estado con una reestructuración profunda del sistema de transporte terrestre. Mediante un decreto presidencial, se dispuso la disolución de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) y la Comisión Nacional del Tránsito y la Seguridad Vial (CNTySV). Además, se reorganizan otros dos organismos: la CNRT y la Junta de Seguridad en el Transporte (JST).

El anuncio fue realizado este lunes por el vocero presidencial Manuel Adorni, y oficializado horas antes de que expiraran las facultades extraordinarias que el Congreso le había otorgado al presidente Javier Milei a través de la Ley Bases.

Según el Gobierno, el objetivo de esta reforma es reducir el gasto público, eliminar estructuras duplicadas, tecnificar el sistema, y dar mayor eficiencia y control a través de nuevos modelos de gestión más ágiles y profesionalizados.


🏗️ ¿Cómo funcionarán los nuevos organismos?

📌 Agencia de Control de Concesiones y Servicios Públicos de Transporte

Esta nueva agencia reemplazará a la CNRT y asumirá funciones clave:

  • Fiscalización de concesiones viales y ferroviarias.
  • Control de servicios de transporte automotor y ferroviario (de carga y pasajeros).
  • Aplicación de sanciones, suspensión o caducidad de permisos.
  • Gestión de reclamos y elaboración de informes sobre accidentes.
  • Resolución de conflictos ferroviarios.
  • Cobro de tasas y aranceles.

Sin embargo, no manejará todo: la planificación y habilitación del transporte automotor nacional quedará a cargo de la Subsecretaría de Transporte Automotor, así como la normativa técnica y el registro de operadores.

✈️ Agencia de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación

Este nuevo ente se encargará exclusivamente de:

  • Investigar accidentes en la aviación civil.
  • Elaborar informes técnicos independientes.

Las funciones que antes cubría la JST en transporte automotor y ferroviario se repartirán entre la Secretaría de Transporte y la nueva agencia de control, respectivamente.


🚦¿Qué pasará con los organismos disueltos?

🛣️ Dirección Nacional de Vialidad (DNV)

Sus tareas se distribuirán de la siguiente manera:

  • Ministerio de Economía: obras viales del sistema troncal nacional.
  • Agencia de Control de Concesiones: planeamiento y monitoreo de concesiones viales.
  • Consejo Vial Federal: coordinación de obras con las provincias.

El Ejecutivo argumentó que busca separar la planificación de la ejecución, evitar conflictos de interés y promover la descentralización de la red vial nacional hacia provincias y municipios, además de impulsar la tercerización de la obra pública.

Señalaron que la DNV contaba con 5.184 empleados y fue calificada como una estructura “sobredimensionada”. Estiman que su cierre generará un ahorro de USD 100 millones al año.

🚔 Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV)

La Secretaría de Transporte se hará cargo de:

  • Licencias de conducir.
  • Verificación técnica (RTO).
  • Políticas de seguridad vial.
  • Coordinación interjurisdiccional.

Mientras tanto, la Gendarmería Nacional fiscalizará el tránsito en rutas y espacios nacionales.

🚛 Comisión Nacional de Tránsito y Seguridad Vial (CNTySV)

Sus funciones serán absorbidas por la Subsecretaría de Transporte Automotor, incluyendo:

  • Coordinación del tránsito interjurisdiccional.
  • Asesoramiento técnico sobre transporte de pasajeros y cargas.

🔍 ¿Qué busca el Gobierno con estos cambios?

Según lo expuesto por el Ejecutivo, esta transformación apunta a un modelo estatal más enfocado en el control y la supervisión, que habilite una mayor participación del sector privado. La reforma también tiene un fuerte componente de descentralización, transfiriendo tareas a provincias y municipios.

Así, la reestructuración del transporte terrestre se convierte en una pieza clave del ajuste estatal, con la promesa de un funcionamiento más eficiente, menos burocrático y menos costoso para las arcas públicas.