Al sacudón provocado dentro de la Policía por la causa “Armas”, por la que apartaron a cuatro efectivos y la investigación está sobre otros tantos elementos de la fuerza, ayer se conoció la decisión de la jefatura de Policía de desarticular parte de la Dirección General de Drogas Peligrosas y Crimen Organizado.
Esto, dos semanas después de un procedimiento considerado inicialmente como exitoso por la cantidad de droga incautada, pero en el que al parecer hubo “situaciones poco claras”, indicaron fuentes cercanas a la plana mayor.
Se trata de una de las unidades más sensibles de la Policía y que en el primer trimestre del año mostró una efectividad muy alta, no solo en el decomiso de cargamentos de droga, sino también en el desmantelamiento de “búnkeres narcos”.
Pero el fin de semana la jefatura dictó el memorándum interno N°195, fechado el 29 de marzo, que se concretó el lunes y tomó estado público ayer, cuando se conocieron los nombres, rangos y destinos de los siete efectivos trasladados a distintas comisarías del interior de la provincia y también el movimiento del segundo jefe de la Unidad, quien quedó destinado a la Dirección de Seguridad Metropolitana.
Al parecer, tras el “exitoso operativo del 11 de marzo en el que se incautaron de 80 kilos de cogollos de marihuana tras una persecución, la investigación posterior y testimonios revelaron “hubo algunos puntos grises en el proceder, en el que encima no hubo arresto”, dijo una alta fuente de la fuerza a diario época, que también confirmó que el jefe de esa unidad no fue pasado a retiro.
